No resulta para nada raro verlo conversando siempre con alguien diferente, el es muy conocido en la ciudad. Encontrarlo es muy fácil: vas a Avenida Roca y Tucumán, seguro que esta allí. Sí, estamos hablando de Luis Lucho Arriagada.
Es músico, cantante y compositor desde los diez años. No estudio ni música ni canto, sus conocimientos son naturales. El año pasado cumplió 50 años de trayectoria artística.
¿En que lugar desarrollo su carrera artística?
Todo en Buenos Aires más bien y en algunas provincias. También en algunos países extranjeros, como Uruguay, Paraguay, Brasil, Chile. Mayormente no íbamos a trabajar, íbamos a ad honorem, pero teníamos una particularidad: nosotros éramos un grupo de artistas discapacitados. Cada uno hacia lo suyo y nos íbamos todos a mostrar lo nuestro.
¿Cree que la música lo ayudo a ser más feliz?
Tenés que estar sano física y mentalmente. A mi me supero todos los percances el deporte y la música que iban paralelamente. Es algo muy lindo.
¿Qué deportes realizó?
Tengo algunos record competitivos por categoría, de lanzamiento de bala, de trepar la cuerda. También hacia deportes para pasarla bien, porque me gustaban, como la esgrima, levantaba pesas, natación y la guitarra.
¿Siempre compuso canciones?
Si se puede decir que de siempre. Mi primera letra se puede decir que fue a los diez años. Me gustaba escribir.
A la hora de componer ¿Qué lo inspira?
Mayormente escribí por encargue. Componía una canción acorde y ellos se identificaban, y mayormente me decían, eso es lo que yo quería decir!
¿De cuáles temas prefiere escribir?
Un buen porcentaje de las canciones son melancólicas. Tienen mucho paisaje, mucha metáfora. Yo empecé haciendo no trampa, pero cuando hice la escuela primaria me daban para hacer una composición y arrancaba el tema por una cuestión afectiva y por lo que yo hacia también.
¿Puede contarme alguna anécdota de la composición de alguna de sus canciones?
Me salieron canciones como la que compuse para un pequeño, que había sido abandonado enfrente de donde estábamos, en un hospital, a sus dos años. Después de un año de vivir ahí en el hospital, nosotros lo teníamos como mascota. Era un niño pobre, le pusieron Juan José. Yo tendría trece o catorce años y me gustaba hacer muchas manualidades. Juan José no tenía casi juguetes, a él le gustaban las marionetas, y yo con unos pedazos de cartón le hice un par de juguetes. ¡Él chocho! No quería otros juguetes, quería eso. Entonces yo le compuse una canción y el tema comienza así: un mundo de juguetes para vos, yo quiero regalarte Juan José... es muy simple y nunca se la canté, me quedo para mí.
Al hablar de esta canción se emociona. Recuerda a aquel pequeño... murmura las bellas pero tristes estrofas, que escribió con el corazón.
¿Nunca la canto en público?
Cuando yo era grande y tuve un grupo que se llamaba Fruta Verde y le puse música a este tema. Lo hice canción más lenta y folklórica. Hoy en día lo grabaron varios artistas de la región.
¿Grabo algún CD?
Hace años grabe un par de temas. Hace 8 un CD compartido.
Hasta el año pasado, Lucho condujo Los senderos de Nahuel, un programa de radio emitido por FM Génesis los sábados por la siesta.
Después de más de una década al aire por radio FM Génesis ¿Qué me puede decir de su experiencia en la radio?
La actividad mía es la radio. Este es un programa totalmente folklórico. Todo lo llevo adelante yo, ya sea la producción, animación, ejecución.
Lo mío ya tiene 14 años, en esta emisora ya hace 11 años que estoy. Yo no soy locutor, soy animador.
¿Como fueron sus inicios en la radio Popular? ¿Qué lo motivó a trabajar allí?
No fui yo, me mandaron. Un amigo fallecido, que le gustaba mucho el folklore me decía que por qué no tenía un programa de radio yo, que tenía los conocimientos.
¿Realizó otros trabajos en su vida?
Recuerdo composición, Dibujo en pintura, trabajos en bijouteri pero en metal bruto y hacíamos fantasías exclusivas, no en serie. A mi me mandaron a llamar porque decían que dibujaba bien, y ellos necesitaban un diseñador. Entonces fui a prueba, me quede. La artesanía me gustó siempre. Fui dibujante artístico y publicitario. Dios no se porque, pero me agarro del cuello, porque me quisieron llevar a Francia, a Paris, pero no quise.
¿Por qué no quiso?
Tenia mucho que hacer con mi vida, tenía 18 años.
¿Estudió dibujo?
Estudié en una academia particular, hice los cinco años en tres. Hice materias libres y me recibí más rápidamente.
¿Por qué se volvió de Buenos Aires?
Porque ya había cumplido mi ciclo allá, mi rehabilitación. Y tenia que integrarme a mi familia definitivamente. Siempre vine de vez en cuando, pero sólo de visita.
¿Qué piensa de su larga trayectoria?
Fui evolucionando más y más. No hice mucho. Hice poco y con mucha profundidad. Escribí para películas, para cortos de chicos que estudiaban comunicación, y me pedían que les componga algo.
¿Se presentó en alguna oportunidad en la Fiesta de la Manzana? ¿Cómo fue?
Canté en la primera fiesta de la Manzana, y tengo tres o cuatro participaciones más. La última vez fue como animador en el palco de las colectividades. Fue un orgullo. Hicimos una función bárbara.
¿Actualmente lo convocan para actuar en eventos?
En las peñas, pero después de lo de Cromañon no es lo mismo. Ahora simplemente coordino de vez en cuando espectáculos.
¿Por qué mantiene este bajo perfil?
No es para ser muy popular. Es más, mis canciones ni las canto. Sólo las canto en rondas de amigo, ahí me desato. Y me dicen porque no las cantas y no quiero. Los espectáculos de aquí son muy particulares, quieren palmas, palmas, palmas y si voy yo me echan. Mis canciones son tranquilas.
Lucho recorre su vida, sin dejar de saltar obstáculos. Nada lo detiene, es una persona digna de admiración por sus cualidades artísticas, además de un ejemplo a seguir por su fuerza de voluntad y deseo de vivir cada día mejor.
Texto: Marianela Vergara
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